domingo, 2 de septiembre de 2007

Rabí Jesús de Nazaret



Aún hay personas que se preguntan si existió realmente Jesús. Por sorprendente que parezca se ponen más objeciones a la existencia de ese hombre que se decía Dios que a otros personajes de la antigüedad. El tema es aún más grave porque existe más información sobre Jesús de Nazaret que sobre otras personas cuya existencia nadie cuestiona. Lógicamente el tema no es sólo de crítica histórica sino que, siempre, subyace una posición ideológica previa que es la que acaba imponiéndose.

Ese hecho no debe hacernos olvidar, sin embargo, que la confesión de Jesús como Mesías Salvador no invalida la investigación. Podríamos conformarnos con lo que nos enseña la Iglesia. Pero las distintas ciencias históricas nos ayudan también a conocer su existencia.

Francisco Varo en este ensayo realiza un importante esfuerzo por sintetizar los resultados de la investigación actual sobre la existencia histórica de Jesús. En primer lugar nos hace una buena presentación del país en que vivió. La geografía, las clases sociales, un poco de historia, las gentes, los idiomas… abren el libro. Realmente ofrece información útil, bien estructurada y que nos permite una panorámica completa de la Palestina del siglo I.

A continuación, en un apartado más interesante si cabe, nos habla de la educación que podía recibir un niño judío. Podía ser la que tuviera Jesús. Es muy probable. Y en varios capítulos desglosa la singularidad de Jesús como Rabí. De entrada, a diferencia de lo que era costumbre, no le eligen los discípulos a él, sino que llama a los que quiere, y encima les indica que el seguimiento va a ser exigente. Cierto que hay paralelismos entre la forma de explicar parábolas Jesús y otros rabinos. Pero también hay diferencias muy singulares. Además, Jesús explica los mandamientos de una forma nueva, contraponiendo lo que habían oído sus oyentes con lo que él les enseñaba. El autor no omite el controvertido tema de los milagros y expulsión de demonios que los Evangelios atribuyen a Jesús. Es más, señala que algunas palabras de Jesús no resultarían comprensibles en ausencia de esos hechos sobrenaturales.

Acertadamente el autor se detiene en la explicación de la Pascua judía y, basándose en las fuentes hebreas y romanas, reconstruye lo que pudo ser la pasión y muerte de Jesús así como su sepultura.

A partir de ahí, después de un camino ceñido totalmente a las exigencias de la ciencia histórica, se nos plantea el hecho de la resurrección. Es verdad que no hay experiencia directa de ese acontecimiento, pero no es menos cierto que el impacto producido en los apóstoles y discípulos del Nazareno crucificado, nadie es capaz de explicarlo sino es por un hecho extraordinario. Ahora bien, reconocer que Jesús es Dios no es nunca el resultado de una investigación, por rigurosa que sea, sino algo posible con el auxilio de la gracia. Acertadamente también, después de esos últimos capítulos el autor trata de la Virgen María. El misterio de la Madre se ilumina a través del Hijo, de ahí que sea bueno reservarla para el final en el itinerario metodológico escogido.

Este libro es apologético, en el mejor sentido de la palabra. Servirá para disipar fantasmas en los que tienen fe y a veces dudan por cualquier argumento, por lo general poco solvente. Pero es también una preciosa introducción para conocer a Jesús. Francisco Varo nos advierte de que no es una biografía al uso. Se lo agradecemos, porque gracias a eso tiene también muchos otros valores añadidos que recomiendan su lectura.

David Amado

1 comentario:

Anónimo dijo...

Le recomiendo: http://pensamiento.esforos.com/jesus-de-nazaret-t991